El agua en el café

Publicado el 23 de febrero de 2011

El agua en el café

Protagonista indispensable, el agua constituye el 98% de nuestra taza de café y por consiguiente, sus características y composición mineral son cruciales.

Protagonista indispensable, el agua constituye el 98% de nuestra taza de café y por consiguiente, sus características y composición mineral son cruciales para el éxito de la bebida. Desafortunadamente, el agua posee en muchas ocasiones gusto a cloro u otros sabores que interfieren en el resultado final. En dichas ocasiones, es necesario el uso de agua mineral o de un sistema de filtrado que elimine los componentes que merman la calidad de la misma.

El cloro o la dureza alta de los carbonatos, entre otros, son factores a tener en cuenta antes de elaborar un café y, por este motivo, se recomienda un tratamiento del agua que proteja eficazmente contra las incrustaciones, proporcionando el mejor aroma de la bebida y evitando posibles averías en nuestra cafetera.

A su vez, el agua debe estar a la temperatura correcta- cercana a la ebullición pero no hirviendo- con el fin de conseguir el gusto adecuado de nuestro café. Si está demasiado fría, no se extrae en su totalidad el sabor del grano y si, en cambio, usamos agua a una temperatura excesiva, el resultado puede ser demasiado amargo.

La temperatura, calidad, sabor y olor del agua son piezas claves que unidas a una buena materia prima nos ayudarán a conseguir una taza de penetrante aroma y excelente gusto.