Con este stand, que cuenta con cuatro décadas de historia, la torrefactora asturiana mantiene los 4 ejes que la definen desde sus inicios: calidad, innovación, servicio y sostenibilidad, lo cual está reflejado en todos los rincones del mismo. Además de tener una estética natural y servir en todos sus puntos café ecológico, tiene una gran oferta de productos que no dejan de sorprender los paladares de los asturianos y turistas. Junto a una amplia gama de cafés de diferentes orígenes, se puede encontrar el único cappuccino que precisa de una sola cápsula en su preparación con dos novedosos sabores, irish y avellana, inéditos en España.
A menos de 48 horas para el cierre de la presente edición de la FIDMA, el consejero delegado de Cafés Oquendo, Juan Díaz, destaca que esta ha sido la edición de los récords. «En la barra hemos servido más de 45.000 tazas de café y en la tienda superamos los 24.000 paquetes de café vendidos». Asimismo, apunta orgulloso que hay una clara tendencia hacia cafés de mayor calidad. «Los clientes cada año vienen con una mayor cultura cafetera, buscan cafés más sofisticados y quieren probar nuevos sabores y variedades. Además de nuestro ya conocido café BIO, nos solicitan cafés de diferentes orígenes, tanto en la barra como en tienda. Poder superar siempre sus expectativas es nuestro objetivo», indica antes de resaltar también que, en los hogares el «momento café» también se ha profesionalizado. «La gente pregunta por el café que toma en las cafeterías de nuestros clientes para llevarse lo mismo a sus casas. De ahí el auge de las cafeteras superautomáticas en los hogares, las cuales mejoran notablemente la crema, cuerpo y aroma del café de una forma sencilla».
Juan Díaz también quiere poner en valor la fidelidad de sus clientes en la FIDMA, los cuales «vuelven cada año para reponer sus despensas y aprovechan nuestro stand como punto de arranque y/o de descanso a mitad de feria para recargar energía y continuar con su visita por el resto del recinto. Este año también nos hemos encontrado con un volumen importante de turistas que además de tomarse un café en nuestra cafetería, aprovechaban para comprar café en nuestra tienda para su consumo doméstico», destaca.
Un público y una clientela fiel que también incluye a los más pequeños de las familias, quienes, un año más, han vuelto a ilusionarse y a disfrutar con los emblemáticos globos de Oquendo. No fueron los únicos, pues los jóvenes y los no tanto también hicieron cola para poder sacarse una instantánea para sus redes sociales con el famoso globo. Algunos incluso mostraban al equipo de Cafés Oquendo fotos antiguas donde salían ellos de pequeños con este divertido hinchable.